DÍA 3, martes 19 de marzo de 2013

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Por fin el tiempo nos daba un respiro y las nubes dieron paso al sol. Decidimos entonces aprovechar ese día para coger las cámaras y terminar las tomas de exterior que necesitábamos para el documental.



Vitorino parecía igual de contento que nosotros por que hubiera aparecido el sol. Aprovechamos la mañana para grabar los viñedos y la bodega desde la distancia. Los planos aparecían solos, y sin darnos cuenta habíamos dado un paseo de más de 4 kilómetros. Así, la jornada transcurrió muy animada a pesar de ser la más intensa.

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Por suerte, Vitorino nos tenía preparada una sorpresa: nos invitó a comer en el restaurante de la bodega. Tras haber recuperado las fuerzas terminamos la jornada recogiendo unos últimos testimonios de Vitorino y grabando ese atardecer tan exclusivo en pleno mes de marzo.